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SIN ESTRATEGIAS

El gobierno nacional insiste en desconocer la realidad de Santa Cruz y parece creer en el discurso de Millán y Carmona para quienes el problema se reduce a un par de loquitos izquierdosos aderezados con un toque de Roquel que generan un poco de bulla en el centro de compra “La carpa”, como les gusta decir.

Es en ese marco que el gobierno insiste en romper su propio record de desaciertos y trata de largar a la señora Alicia Kirchner a la arena (movediza) política de la provincia.

Intentó que caminara tranquilamente por la calle y no pudo, a pesar de los mandaderos de Aníbal Fernández que la escoltaban, con prontuarios y fichas libro de antecedentes en la policía.

Ayer hizo entrega de elementos , según lo refiere el diario del Rudy Ulloa, en el Club Arco Iris (¿?) con una sala de militantes “invitados” que corearon su nombre.

El 1º de junio está previsto el “lanzamiento” de la campaña de Alicia en Río Turbio haciendo como “si no pasara nada” y poniendo por delante del problema social, las bondades políticas de la candidata.

Indudablemente el grado de autismo que padece nuestra clase dirigente es preocupante. No advertir la inestabilidad social que hay, el disconformismo existente, la insatisfacción reactiva de la gente y el repudio a todo tipo de condimento político, se puede entender como una estupidez o una provocación.

Si es estupidez el hecho grave radica en que los que están debieran irse por inoperantes. Si es una provocación el presidente debe hacerse responsable de las consecuencias.

Después del desagradable incidente con Alicia en Río Gallegos, que aún preparado para victimizarla logró exactamente el efecto contrario, no es normal que los “armadores de la ingeniería” política del presidente no se den cuenta del resultado que obtendrán largando la campaña proselitista en estos momentos, sin darle tiempo al nuevo gobernador que cimiente una paz social mínima y consolidada.

Da la sensación que el gobierno tiene la tremenda necesidad de creer que nada cambió en Santa Cruz y es seguro que los actos sucesivos de Alicia Kirchner, incluyendo el de Río Turbio el próximo viernes, esté coronado de militantes que la van a vivar con banderas multicolores y otros tantos que pagados u obligados a asistir pondrán su mejor cara de buenos deseos para “apoyar” a la candidata.

Ahora, alguien deberá pensar (aunque sea por un momento) que esta no es la realidad, que más allá del hecho figurado existe un mundo real que les está pidiendo una rendición de cuentas por lo que no hicieron o hicieron mal y un compromiso por lo que deben hacer hasta el día que se tengan que ir. (OPI Santa Cruz)