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El personaje

Un técnico que deberá apagar el fuego político

Quién es González, nuevo ministro clave

RIO GALLEGOS.- Pablo González, un abogado de 38 años, sin perfil político y con trayectoria en cargos administrativos, asumió ayer en el ministerio político de Santa Cruz con la misión de convertirse en una de las herramientas de Daniel Peralta para tender puentes de diálogo con los sectores en conflicto.

Es él mismo quien reconoció, en diálogo con LA NACION, que su falta de experiencia política y prácticamente nula militancia es el arma clave para ocupar el cargo que ejerció durante la crisis Daniel Varizat, un político de amplia confianza del presidente Néstor Kirchner que se ganó la enemistad de la oposición y los sindicatos.

De todos modos, González no duda en afirmar su cercanía al Presidente. "Me conoce desde chico, yo lo quiero mucho, conoce a mis viejos", afirmó mientras apuraba sus trámites para asumir y comentaba la noticia con su familia. González había sido nombrado con el ex gobernador Sergio Acevedo en la estratégica Fiscalía de Estado, cargo que ocupó hasta ayer. Fue su primer cargo de alto perfil.

"Mi urgencia es que los chicos vuelvan a las aulas, sobre las bases del diálogo", dijo ayer este padre de dos hijos, uno de 8 años y otro de seis meses.

González estudió en el Colegio Salesiano y luego viajó a Buenos Aires, donde se recibió de abogado. A poco de su regreso ingresó a trabajar en el Estado en Loterías para Obras de Acción Social, el ente que recauda los gravámenes del juego en Santa Cruz. Luego estuvo en la asesoría de la empresa provincial de energía.

Sería Kirchner, en los últimos años de su gestión, quien lo promovería como subsecretario de Recursos Tributarios. En 2003, mejoró la recaudación impositiva provincial, tema por el cual se ganó las felicitaciones del ahora jefe de Estado, que controla hasta el dedillo los números provinciales.

A principios de 2000 integró el Instituto Forjar Santa Cruz, un espacio de pensamiento político que fundaron jóvenes de 30 años dentro del PJ. Entre ellos, el más destacado fue el ahora cuestionado ministro de Economía, Juan Bontempo.

Un viejo amigo de González confió ayer que pese a su baja estatura el nuevo ministro se defendía bastante bien en el básquetbol. Resta ahora saber si esa habilidad de juego y cintura podrá aplicarla para navegar en la tormenta. Pablo González

Por Mariela Arias
Para LA NACION