RECLAMOS SALARIALES : ESTATALES SE SUMARON A LA PROTESTA
Fuerte marcha docente en Santa Cruz y el obispo denunció amenazas
Los maestros instalaron una Carpa Blanca frente a la Casa de Gobierno provincial.
Guido Braslavsky RIO GALLEGOS. ENVIADO ESPECIAL
En lo que ya se ha convertido en el conflicto más prolongado desde que Néstor Kirchner tomó el control de Santa Cruz en 1991, unas 8.000 personas dieron un fuerte respaldo ayer a la marcha docente que culminó frente a la Casa de Gobierno. En la Casa Rosada, anoche dijeron a Clarín que los manifestantes no eran más de 1.000. Los organizadores no arriesgaron cifras.
La marcha concluyó con la instalación por parte de los docentes de una Carpa Blanca frente a la Casa de Gobierno provincial, para exigir que se abra el diálogo sobre sus reclamos salariales.
En un clima enrarecido y de denuncias de intimidaciones, el obispo de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín —orador en la marcha anterior— dijo que fue amenazado; lo mismo denunció el titular del gremio docente ADOSAC, Pedro Muñoz (ver recuadro).
La Casa de Gobierno estaba rodeada de un impresionante operativo de seguridad cuando llegó la marcha. A la vista había casi 400 policías y gendarmes, y se decía que dentro había 100 gendarmes más.
Hubo un momento de extrema tensión cuando un grupo forcejeó con el primer cordón de policías, exigiendo que el vicegobernador Carlos Sancho "diera la cara". "¡Eso no, eso no!!", empezó a cantar el grueso de la gente; otros buscaban disuadir a los más lanzados. Cientos se sentaron en el piso o alzaron los brazos en señal de paz. Detrás de los dos centenares de policías —la mayoría cadetes desarmados— estaban grupos especiales vestidos a lo robocop y la nutrida fila de gendarmes con bastones, a cuyo jefe se le escuchó dar luz verde: "¡Si avanzan, con todo, con todo!"
El scrum duró unos diez minutos, pero primó el sentido común. "La gente está muy caliente, va un mes y medio de paros y el gobierno sigue respuestas", decía a Clarín un manifestante para explicar lo que ocurría.
En esta tercera jornada del paro de 96 horas, más de 200 vehículos habían llegado con docentes del resto de la provincia. En el acceso a la ciudad, salieron a recibirlos y hubo un corte de ruta y una panfleteada de una hora.
El ministro de Hacienda, Juan Bontempo, insistió ante Clarín con la posición oficial de que no habrá diálogo con los maestros si no deponen el paro. Estos piden un aumento del básico de 161 pesos —el más bajo del país— y el blanqueo de las sumas en negro.
A la protesta se sumó la Mesa de Unidad Sindical: ATE, judiciales, municipales, legislativos. En la céntrica esquina de Roca y San Martín, los docentes reclamaron a CTERA un paro nacional. Allí Pablo Miceli, secretario de ATE nacional, dijo que en Santa Cruz "no están democratizadas las relaciones laborales" y trató a Kirchner de "patrón de estancia".
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