jueves, 17 de mayo de 2007

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LEER OPI HACE MAL AL CEREBRO

Nuestro inefable “Mus músculos”, el ratón espía que se había tomado unas merecidas vacaciones, reapareció a bordo de un barquito pesquero (¿el de Di Tulio tal vez?) y bajó el viejo muelle de Gallegos para subirse al primer auto que encontró en las cercanías de la ría y como quien dice, “venirse pa´l centro”.

¡Oh sorpresa!, cuando se dio cuenta que el auto al que se había subido era rápidamente conducido por la señora Liliana Scioli, Subsecretaria de Pesca de la provincia.

“¡ Bueno, qué importa ” – pesó el roedor amigo – “ lo importante es llegar ”.

Sin embargo el auto llegó a un lugar donde rápidamente ingresó a un garage y allí la funcionaria quitó las llaves, apagó la luz, cerró las puertas y abordó una camioneta de la Subsecretaría de Pesca. Sacó el teléfono y habló.

- Hola, voy para allá. Tuve que sacar el auto, pero ya lo guardé, me voy en la camioneta

Mus, esperó impaciente que la mujer rompiera el silencio después de escuchar al que estaba del otro lado del auricular. A los pocos segundos “ la Lili ” castigó duro…

-¡Qué querés boludo! ¿Qué me escrachen?!.

“¡Ah la pelota !”, pensó nuestro orejudo amigo mientras probaba hincar el diente en la cuerina gastada del asiento “ Esta también le tiene miedo a los escraches …”

La señora tenía miedo que algunos manifestantes se apiolaran de su presencia en algún lugar de la ciudad y de paso la escracharan.

-¡No me van a pescar tan fácil! – amenazaba la Subsecretaria de Pesca.

Cuando llegaron al edificio de El Cano y Avellaneda, el ratonzuelo se apuró a entrar antes que la puerta le agarrara la cola y perdido entre los pies de los empleados que por esa hora de la mañana andaban de un lado para otro sin mucho que hacer, se metió en la oficina del “gordito pelandrún” como le dice el amigo de la planta baja.

En un descuido en que se quedó solo acompañado por el aroma del café quemado que el gordito toma todas las mañanas, pisó el teclado de la compu, desplegó el Mozilla firefox o el Nestcape (ya no lo recuerda) para ver OPI después de tanto tiempo.

-“¿Qué pasa que no puedo entrar en la página?”, pensó el roedor amigo.

En ese momento escuchó que el gordito volvía arrastrando los mocasines y se apuró a esconderse en el cajón de la derecha.

-¿Quién carajo tocó mi computadora? – dijo delicadamente en voz alta.

- Eeeehhhh!!! ¿Quisieron entrar en OPI????... nos saben que está prohibido aquí leer esa página??

-¡Glup! – tragó saliva el ratoncito - ¿Cómo que está prohibido?.

- Mirar OPI Santa Cruz hace mal al cerebro!!! – gritaba el gordito mientras gesticulaba y gritaba complaciente por si Liliana lo escuchaba.

Sonó el teléfono y el gordito atendió.

-¿Si?... ¡Ah! ¿Qué hacés?. Sabés que un tarado intentó abrir OPI en mi computadora?? – comenzó diciéndole al otro cuya respuesta era inaudible para la buena oreja del pequeño amigo – Si me ven me echan a la mierda… imaginate, el laburo que se tomó el que te dije en Informática para bloquearnos el sitio porque esa página de mierda te pudre la cabeza y alguien estuvo tratando de entrar desde mi computadora…. (silencio)

-¿Cómo que no sabés quien les bloqueó el IP a estas máquinas???? El mismo cabrón que trabaja para la campaña de Daniel Álvarez como Intendente…. Si, si ese mismo… el que le manejaba el auto a la brujita Verón cuando estuvo en Gallegos, ese que nadie lo conoce pero que está en todas las fotos… si, si, es un “joven K”… son brillantes estos tipos, admirables… por algo llegaron donde están… ¡Hola, hola… ¿Me escuchás?... hola…. Eeehhh, ¡Hola!. ¡Puta madre, cortó!.

Nuestro ratón hacía rato que se había ido. (Vivi)

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