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UN PAÍS QUE DEJÓ DE SER DE MARAVILLAS

Una mirada personal sobre los sucesos recientes donde fue agredida Alicia Kirchner. La irresponsabilidad de no advertir la tensión social o la intencionalidad de provocar. ¿Armado o no?. Muchos interrogantes quedan sobre lo que le sucedió a la hermana del presidente pero nada hace suponer que sea casual. ¿por qué los atentados con bombas, secuestros y amenazas que sufrieron gremios y ciudadanos no recibieron la misma reacción condenatoria por parte del gobierno y las entidades que hoy se apuran a publicar solicitadas de repudio?

¿Qué pasó con Alicia Kirchner?.

Ante todo debo decir que cualquier agresión física es reprochable, injustificable y repudiable. Puntualmente en el caso de la Ministra es una cobarde agresión que no se puede calificar como arrebato y fue realizada sobre una mujer y desde atrás. Nada justifica que, ya sea Alicia Kirchner o un fotógrafo como Juan Bolaños, por mencionar dos personas que en los últimos días recibieron agresión física, sean sometidas a un castigo como producto de cuestiones que tienen que ver con su actividad o su modo de pensar.

Pero sin duda el episodio que vivió la hermana del presidente tiene ribetes para el análisis que van más allá de si quienes la agredieron fueron docentes o no, o como vuelven a querer instalar desde el gobierno, se trata de una conspiración en contra del presidente.

¿Quién es Alicia?

La Dra Alicia Kirchner es una de las personas más respetadas del fPVS en Santa Cruz y ha sabido ganarse esa condición a través de su paso por la función pública como Ministra de Asuntos Sociales, donde su dedicación al trabajo y su sensibilidad para atender cuestiones puntuales, la elevó por encima de todos los funcionarios de la provincia en las distintas etapas de gobierno que precedió su hermano.

Es una trabajadora compulsiva que hasta altas horas de la noche sostenía a un grupo de colaboradores más allá del horario de la cena y cuando llegaban a su casas, la mayoría de las veces sonaba el teléfono para recordarle alguna cuestión de último momento que pasaban para el otro día que arrancaba muy temprano en el área de sociales.

Fue la única Ministro que recorría los hospitales en cualquier momento y a cualquier hora y sabía absolutamente todo, atendía en forma personalizada y nada se le pasaba por alto. Fue entonces de esa manera como cosechó respeto y admiración de un lado como temores y resistencia del otro.

Sin embargo, la hermana del presidente no es buena para cargos electivos y está a la vista que perdió su postulación a la Intendencia de Río Gallegos mientras Kirchner gobernaba Santa Cruz y ganó modestamente la senaduría, perdiendo inclusive en algunas localidades en manos de Freddy Martínez (UCR).

Esto de alguna manera explica que la gente diferencia con precisión absoluta un buen administrador del político y viceversa.

En este marco Alicia ha representado en esta provincia la imagen más favorable que ha tenido siempre el FPVS y la sola llegada de esta mujer a un pueblo del interior o a la capital, abrigaba esperanzas de que algún hospital sería ayudado, alguna ONGs tendría un subsidio, alguna organización no gubernamental haría su sueño o mucha gente sin casa recibiría su vivienda.

Fue una de las pocas, junto al presidente Kirchner, que podía caminar por la calle firmando autógrafos, saludando a amigas de años, vecinos y ex empleados suyos sin recibir reproches, en todo caso súplicas o pedidos informales de particulares que les solicitaban gestionara algún trámite personal, fundamentalmente de trabajo y vivienda.

El mismo presidente llegaba a esta ciudad y caminaba hasta la panadería frente al Obispado a comprar las medialunas favoritas, se lo veía salir del cajero automático del ex Banco provincia o recalaba con un grupo de viejos amigos en el Hotel Santa Cruz, en cuyo reservado compartía algunos cafés que eventualmente pagaba, como lo recuerdan sus más allegados compañeros de mesa.

Pérdida de imagen

Alicia siempre fue “Margarita” en Santa Cruz y perdió sus primeros pétalos cuando se candidateó para Senadora por la provincia sabiendo que era un rol que nunca iba a cumplir porque siempre supo que volvería al lado de su hermano a cuidar la caja de Desarrollo Social. Nosotros lo adelantamos muchísimo tiempo antes que ella oficializara su postulación, pero … nadie lo creyó hasta que finalmente y tal como lo habíamos predicho, ganó, asumió, cerró la puerta de su oficina en el senado y volvió a su único amor: la caja de ministerial.

También nos adelantábamos en vaticinar que si en las próximas elecciones de octubre era elegida gobernadora, pasaría lo mismo, razón por lo cual era muy importante fijarse en quién la acompañaba en la fórmula, porque finalmente sería el que se quedara a cargo de la provincia.

En aquella oportunidad dijimos que el enroque que pretendía hacer el presidente postulando a su hermana a la senaduría para llevarla luego nuevamente con él, demostraba que lo único que le importaba a Kirchner era mantener el poder férreamente acodado a su entorno y por eso más tarde su propia esposa, Cristina Fernández autoproclamada históricamente como santacruceña hasta la médula, no tuvo problemas en justificarse que como platense podía aspirar a una banca por la provincia de Buenos Aires y haciendo un claro ejercicio del vale todo, pasó sin más a representar a una provincia que en algún momento la tuvo de opositora.

Ídolos caídos

Luego de estas inapropiadas jugadas políticas por parte de “Margarita” la luz de su imagen comenzó a mermar frente a los santacruceños que le prodigaban admiración y la identificaron con una fórmula poco aceptada por estos días, que es la de la concentración del poder en pocos para poder disponer de mucho.

Mucha gente entendió que el proyecto del presidente, fundamentalmente signado por acumulación de poder, estaba dejando a Santa Cruz relegado en el interés de sus (hasta ayer) férreos defensores que se fueron del pago chico a jugar en la mesa grande de las decisiones políticas y económicas del país.

También mucha gente entendió que en ese fragor, el presidente Kirchner no pensó en “los Pingüinos”, como le gusta decir y subestimó 200 mil almas pensando que solos en la punta del mapa podrían ser administrados por cualquier mandadero y una buena conexión telefónica con la Casa Rosada, que solo se limitara a recibir y transmitir las órdenes respectivas.

La indecorosa caída prodigada a su compañero de fórmula, Sergio Acevedo hizo trastabillar la imagen de la familia Kirchner en Santa Cruz y muchos pensaron que estaban mostrando una hilacha que a nadie le gustaba. El posicionamiento de Carlos Sancho fue otro acierto que hicimos cuando antes de asumir Acevedo concluímos que éste solo cumpliría medio mandato y que el agente inmobiliario terminaría quedándose con la gobernación a expensas de las órdenes del jefe máximo. Tampoco lo creyeron y precisamente en la mitad del tiempo para gobernar, Sancho cedió a la tentación y fue coronado a expensas de una crisis institucional que terminó de desmoronar la credibilidad del Frente que venía en picada.

Si bien Alicia Kirchner nunca tuvo una participación directa en los incidentes políticos que se fueron gestando a lo largo de la desarticulada administración sanchista, tampoco hizo nada para arreglarlo; estuvo muy ocupada con los asuntos nacionales que le demandaban más horas que las 24 de cada día. Para ella se lo explicaba perfectamente, pero la gente en Santa Cruz entendió que los había olvidado y que sólo aparecería como tantos otros en cercanías de una elección solo a buscar su voto.

Luego comenzaron a intensificarse los conflictos, vino el desmanejo total, la falta de conducción, el vacío político, la ineptitud de los funcionarios que actuaban en la provincia y todo terminó iniciando un brutal paro docente que se continúa hasta nuestros días y de allí saltó a un conflicto social generalizado que ha puesto 20 mil personas en la calle solo en Río Gallegos el último viernes y más de 8 mil en todo el interior provincial, bajo un lema indiscriminado y temido por los políticos de cualquier extracción de “ que se vayan todos ”.

¿Por qué lo hizo?

La pregunta del millón es ¿Por qué entonces, bajo este contexto que hemos resumido y luego de faltar 50 días de la provincia, donde estaba claro que Alicia no arribaba por miedo al conflicto, la hermana del presidente decide ir a un restaurante a comer con sus hijas y el sacerdote de Caleta Olivia?

Las hipótesis que cierran esta decisión son varias por estas horas; en lo que si coincidimos es que fue una gran irresponsabilidad por parte de la funcionaria y de quienes tienen la obligación de advertirla e informarla, haber salido a la calle bajo un clima social hostil, desfavorable y conflictivo, donde cualquier figura política se expone a un escrache público por el solo hecho de pertenecer al partido oficialista.

Indudablemente otra vez faltó el análisis de la situación; parece que el señor Icazuriaga a cargo de la SIDE no está para las cosas esenciales que necesita un gobernante, informar sobre lo que puede ocurrir en lo inmediato a partir del análisis de de los hechos que se vienen sucediendo. El Señor 5 no tiene idea cómo está la tensión social en su propia provincia y mientras él duerme la siesta al amparo de los 300 millones anuales de presupuesto para un organismo inútil, deja a la hermana del presidente a merced de la imprevisión por no establecer los parámetros de riesgo que implica su presencia en el marco de conflictualidad social que vive Santa Cruz.

Hay algunos que alientan la idea de que todo fue armado para la provocación y en eso no coincido totalmente y si fuera así quienes asesoran a la funcionaria deben estar alienados. Se habla de una “zona liberada” por la propia Ministro para victimizarse y para que luego salgan, como sucede hoy, múltiples sectores repudiando la agresión de las más diversas formas. Lo que pienso es que la Dra Alicia Kirchner y quienes equivocadamente la aconsejan pensaron, como además ella expresó en conferencia de prensa, que estando en su ciudad podría caminar por la calle cuando quisiera como siempre lo había hecho.

He aquí el primer error de observación, porque para mal de la señora, la sociedad no es la misma y la gente ha cambiado radicalmente en su pensamiento y la forma de concebir a los políticos a partir de una sucesión de hechos que hicieron mutar el panorama pueblerino al que Alicia estaba acostumbrada.

Estos hechos que hemos enumerados y una sucesiva serie de situaciones más que fueron desgastando la relación sociedad-gobierno durante tres o más años, hicieron eclosión y dejaron como factor residual una gran frustración en la gente que se traduce en repudio y rechazo de todo lo que provenga del oficialismo.

En tanto el nuevo gobernador no pueda enderezar y encausar el conflicto y no libere la tensión social a partir de señales claras (que hasta ahora no aparecieron) que sean interpretadas por la gente como una vocación seria de revertir lo que está realmente mal, los funcionarios y políticos deben tener el recato de abstenerse a mostrarse como trofeos del éxito, porque cualquier exposición en ese sentido suena a una provocación.

Lo que hizo Alicia se puede tomar como una prueba que se autoimpuso la Ministra para demostrar que ella puede caminar por las calles sin problemas y por qué no, una forma de expresarle a la gente algo así como: “ Acá estamos nosotros para resolver el problema, trajimos a un nuevo gobernador y sacamos a Sancho y Varizat que tienen la culpa de todo lo que pasó ¿No era eso lo que estaban pidiendo? ”.

Mala lectura

Lectura corta y descontextualizada de la realidad que vive la provincia y del lugar en el que hoy se encuentra el partido gobernante. Alicia Kirchner y todos los otros funcionarios que tienen decisión, incluyendo el presidente, deberían de dejar de leer El Periódico solamente, o al menos leer algunas otras noticias que aparecen en otros medios, porque evidentemente han sucumbido a la tentación de desconocer la realidad creyendo que de esa manera la pueden cambiar, pero no es así.

Antes de salir a comer como lo ha hecho normalmente la Ministra en Río Gallegos debiera haber evaluado cuál era el nivel de tensión social y que ella como parte importante del gobierno que hoy es cuestionado, no debía exponerse de esa forma hasta que Daniel Peralta mediante sus primeras medidas lograra descomprimir la tensión que existe en toda la sociedad santacruceña.

Indudablemente y aunque parezca increíble, observo que la Dra Kirchner vio este fin de semana la posibilidad de comenzar a caminar las calles de cara al próximo lanzamiento de su campaña. Nada más desacertado y antipático en este momento en que la sociedad a pleno les está pidiendo a los políticos sinceramiento, trabajo y abandono de las prácticas autistas y engañosas de la recolección de votos.

Más allá de la agresión física injustificable a la Ministra, la noche anterior un grupo espontáneo de ciudadanos también se reunieron por varias horas frente al Hotel Santa Cruz para escarchar a varios Intendentes del interior y otros funcionarios que estaban cómodamente disfrutando de un café en la mesa del bar, y allí, como en el caso de Alicia, no hubo organización, hubo un encadenamiento de llamados que terminó congregando más de 400 personas frente al ingreso del hotel y muchos que pugnaban por entrar para insultar a los funcionarios políticos.

La situación social es muy delicada. El actual gobernador debe construir una casa sobre una cornisa, esa es mas o menos la figura con la que se puede representar el escaso margen de maniobra que tiene el gobierno para detener el desborde social. Si el presidente y sus Ministros quieren seguir creyendo que atrás de esto hay una conspiración liderada por Héctor Roquel, el Obispo y los medios que comunicamos lo que realmente pasa, allá ellos.

Si en cambio quieren acercarse a la verdad para poder delinear las estrategias que debe emplear en esta oportunidad donde el partido gobernante está al borde del naufragio político, tienen que permitir que el nuevo gobernador accione en ese sentido y particularmente todos los integrantes del espectro político oficial colaborar con él, en principio callándose la boca y dejando que el vocero sea uno solo; y luego entendiendo que por el momento la “ciudad cordial” dejó de ser un campo propicio para caminar tranquilos habiendo más aún cuando son parte de un problema que durante 17 años no se dieron cuenta que se estaba acumulando.

La política no solo se hace con acciones, se construye con perspectiva. Lo que ha fallado permanentemente en este gobierno ha sido la evaluación y la prognosis. Nunca se ha podido adelantar a los hechos porque no ha tenido diagnóstico de crisis.

Así no se puede gobernar, al menos en Santa Cruz se terminó “esa” forma de gobernar como patrón de estancia y las pruebas son contundentes. Si el pueblo no tiene participación, si no se lo consulta, si sus elegidos no gobiernan para él y responden a una corporación del poder, si los decretos vuelan sobre sus cabezas para chicanear la legalidad de los procedimientos institucionales de cualquier democracia, si la obra pública sigue siendo alterada, sobrevaluada y utilizada como un canto a la corrupción, si se militariza para meter miedo y presión, si los diputados levantan la mano como un resorte a todo lo que viene del Ejecutivo, si no hay discusión, disenso y participación, si los gobernantes no reconocen que no están solos y que ellos tienen el gobierno pero el poder real está en el pueblo; si siguen diciendo que hay 400 o 1.500 en la calle cuando 20 mil personas más allá de sus ventanas hacen vibrar el centro de Río Gallegos como jamás en la historia de la Patagonia se vio; indudablemente que se van a apartar tanto de la gente que en el futuro, nadie los va a respetar. (Agencia OPI Santa Cruz)