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Río Gallegos: 20 municipales heridos en marcha de protesta

Dos de los heridos fueron internados en el Hospital Regional de Río Gallegos, uno de ellos con una seria lesión en el pie derecho, que la jefa de Guardia, Alicia Cambpell, atribuyó a un impacto de arma de fuego, pese a que el Gobierno provincial lo negó y dijo que fue efectuada con una barreta (Ver Página 3).
Miguel Angel Aranda fue operado y sufrió la amputación de tres dedos, mientras que Juan Carlos Ibáñez recibió tres impactos de bala de goma en el rostro y brazo y también debió ser intervenido quirúrgicamente.
La movilización fue organizada por el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Santa Cruz, en el marco de un paro por 24 horas que incluyó todo el día de ayer.
La intención original era entregar un petitorio a las autoridades municipales y concejales reiterando su reclamo del pase al básico de las sumas remunerativas, al tiempo que la intención final era marchar hasta la Casa de Gobierno dónde se entregaría copia del petitorio.
Pero la protesta excedía el ámbito municipal ante la presunción de que el Gobierno provincial estaba retaceando los fondos convenidos, en su momento, con el Municipio local de sumas destinadas al pago de salarios.
Unos 300 municipales se concentraron frente al edificio Municipal, ubicado en la Avenida San Martín, esquina Maipú a la espera de la llegada de la columna mayor de trabajadores, que marchaban a pie desde el Corralón Municipal.
Con ellos traían, como lo hacen habitualmente en cada manifestación, varias maquinarias pesadas, que son las que utilizan para cortar la calle en cada esquina de la cuadra del edificio municipal.
Emboscados
Cuando estaban a una cuadra del Municipio, unos 40 policías equipados con los equipos antimotines, cortaron el paso del carril por donde circulaba la maquinaria, impidiéndoles continuar.
En ese contexto, un grupo de mujeres que estaban en el Edificio Municipal fueron a increpar a los policías al tiempo que el secretario general del SOEM, Pedro Biott y otros dirigentes dialogaban con la policía.
Se vivieron allí momentos de mucha confusión que comenzó con el lanzamiento de una bomba de gas lacrimógeno y, mientras los manifestantes corrían en búsqueda de resguardo, comenzaron a escucharse disparos de bala de goma.
Biott responsabilizó por los incidentes al jefe de Policía local, Wilfredo Roque, y expresó que uno de los heridos "tiene un pie destrozado por una bala de plomo".
"El resto tenemos balas de goma en la cara, en la espalda, en el cuerpo, en todos lados", sostuvo el sindicalista, quien resultó herido en ambos brazos.
En declaraciones a radio América, Biott aseguró: "estamos peleando por nuestros salarios básicos, nosotros en ningún momento hicimos política con esto, el único que intervino en política fue el señor presidente (Néstor Kirchner) cuando dijo que a él no le iba a torcer el brazo nadie".
Juan Pablo Guinao, comentó "a mí me dispararon a menos de 3 metros" y recordó que el inicio de los incidentes fue luego de una acalorada discusión "entre un grupo de mujeres que les reclamaba a los policías el impedimento del paso".
Acto seguido, el personal policial lanzó gases lacrimógenos y balas de goma, con el objetivo de dispersar la protesta.
Roca y San Martin
Tras la represión, unos 1.500 municipales se concentraron, primero en el cruce de Roca y San Martín, lugar donde el intendente Héctor Roquel (UCR), escoltado por el presidente del Concejo Deliberante, Raúl Cantín (PJ) pidió "calma". (Ver Página 6).
Desde allí los municipales se movilizaron hasta la sede del Obispado local, donde monseñor Juan Carlos Romanín salió a hablar con la gente y volvió a pedirles "no responder a la provocación y mantener la calma y la serenidad en tiempos tan difíciles".
Luego, la manifestación decidió abortar su intención de llegar hasta la Casa de Gobierno y se instaló frente al edificio municipal a la espera de novedades de los heridos.
Posteriormente, marcharon hacia la Fiscalía de Turno, a cargo del Juez Gabriel Giordano dónde presentaron la denuncia formal por la represión.
El vicegobernador a cargo del Ejecutivo Carlos Sancho -acompañado de los ministros Roque Ocampo y Daniel Varizat, junto al jefe de Policía, Wilfredo Roque- dio su versión de los hechos en una conferencia de prensa.
Aseguraron que la intención de la policía fue frenar la "entrada de los manifestantes con camiones, máquinas pesadas –topadoras, cargadoras- lo que hubiese ocasionado un peligro para la seguridad de todos los ciudadanos riogalleguenses".
Contra Biott
Los funcionarios provinciales responsabilizaron de lo ocurrido a la exasperación del secretario General del SOEM de Río Gallegos, Pedro Biott, "quien empujó violentamente al jefe del operativo contra una topadora, logrando con su actitud que los manifestantes se enardecieran e intentaran arremeter contra la policía".
A esto el Jefe de Policía agregó que la intención "no era reprimir, pero la actitud de Biott enardeció a la gente e hizo que se ordenara la dispersión de la gente".
Los enfrentamientos se registraron un día después de que se vivieran momentos de tensión en la capital provincial durante una protesta de docentes.
En Buenos Aires, mientras tanto, el Gobierno nacional aclaró que en la represión no participó la Gendarmería, fuerza que se encuentra a cargo del Ministerio del Interior.
Fuente: TiempoSur.
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