martes, 8 de mayo de 2007

284

El conflicto docente: se agrava la crisis en Santa Cruz

Cacerolazo ante la casa del Presidente

Hay tensión en Río Gallegos luego de que Tomada dictó la conciliación obligatoria entre los maestros y el gobierno provincial

Los docentes de Santa Cruz se encontraron ayer en medio del peor escenario. Como consecuencia de la conciliación obligatoria dictada por el gobierno nacional, deberán levantar el paro que mantiene a la provincia del presidente Néstor Kirchner sin clases desde hace un mes. A raíz de ello, inesperadamente, un cacerolazo realizado anoche en Río Gallegos en protesta por el conflicto terminó con un fuerte desafío de unos 1000 manifestantes, que, por primera vez, superaron la custodia de 40 gendarmes y se instalaron en el césped que está ante la puerta de la casa del Presidente.

Al cierre de esta edición, llegaban al lugar más gendarmes para evitar que ingresaran en la casa de Kirchner, aunque la gente no parecía tener esa intención y agravar así la situación.

Todo comenzó cuando, a través de cadenas de mensajes de texto, docentes y familias se autoconvocaron anoche en la carpa blanca, ubicada frente a la gobernación santacruceña, para repudiar con cacerolas y bocinas la conciliación obligatoria. La reacción se replicó en todas las localidades de la provincia.

Horas antes, el Ministerio de Trabajo había dictado la conciliación obligatoria en el conflicto entre los maestros y el gobierno provincial por el salario básico. La medida se tomó durante la tercera reunión encabezada en Buenos Aires por el titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, que por pedido de Kirchner debió mediar en el conflicto al igual que su colega de Educación, Daniel Filmus.

El gremio docente ya calificó de “fracaso” la negociación que abrió la Casa Rosada. “La solución no es la conciliación. De esta manera, nos imponen una situación”, dijo a LA NACION el secretario general del gremio docente, Pedro Muñoz, al salir de la reunión.

De las gestiones participaron también por el sindicato docente Mónica Galván y el titular de la Unión de Trabajadores de la Educación, Francisco Nenna, que integra el sector más importante de Ctera en la ciudad. El gobierno de Santa Cruz estuvo representado por el ministro de Economía, Juan Bontempo, y la secretaria de Educación, Silvia Esteban.

En Santa Cruz, la noticia cayó mal y las esperanzas de un acuerdo hicieron caer los ánimos cuando Muñoz comunicó la noticia a la dirigencia local.

Tomada estuvo ayer en el despacho de Kirchner, pero sus voceros negaron que hubiera hablado del conflicto.

De todas maneras, el gobierno nacional descartó que la decisión implicara el fracaso de las negociaciones. “Esto es una instancia más. Un fracaso será en el momento en el que haya más reuniones”, dijeron a LA NACION fuentes cercanas al ministro de Trabajo.

Por 15 días

La conciliación obligatoria regirá durante 15 días hábiles. En el texto, además, se convoca a las partes a una nueva reunión para mañana al mediodía.

Los docentes santacruceños reclaman un aumento del sueldo básico que actualmente es de 161,10 pesos.

Ante la falta de diálogo con el gobierno provincial, Kirchner dio la orden hace dos semanas para que dos de sus ministros, Tomada y Filmus, se hicieran cargo de abrir una instancia de negociación con los manifestantes. La primera propuesta presentada por el gobierno provincial fue un aumento de 50 pesos en el salario básico, oferta que el gremio calificó de “burla”.

Luego mejoró el ofrecimiento con la incorporación de 100 pesos más que no irán al sueldo básico, pero serán bonificables. Tampoco conformó a los docentes que volvieron a rechazarlo en la asamblea del jueves pasado.

El objetivo del gobierno nacional fue negociar sin ninguna medida de fuerza. Por eso dispuso el primer aumento y pidió que se levantara el paro.

Ante la negativa, decidió anoche dictar la conciliación obligatoria, que podrá ser rechazada por los docentes. “El cuadro que nos planteamos es que los compañeros no podrían aceptar la medida. Los ánimos en Santa Cruz están muy caldeados”, advirtió Muñoz.

Las asambleas de las distintas localidades serán las encargadas de tomar la decisión final. Muñoz recordó que los docentes están “descreídos”.

A mediados del mes pasado, el gobierno provincial dictó la conciliación obligatoria, pero en sólo tres horas se dejó sin efecto y obligó a alejarse de su cargo a la funcionaria que lo había decidido, la subsecretaria de Trabajo, Elsa Capuccinelli.

Desde el momento en el que la provincia le pidió intervención al Ministerio de Trabajo, éste tiene potestad para expedirse, según aclaró anoche la cartera laboral. Muñoz no tuvo reparos en calificar de “puja de poder” la nueva medida. Para el gremialista, el gobierno nacional “no quiere la derrota”.

“Esto no es una cuestión de tipo económico, sino político”, amplió. Ayer, por segunda vez desde que se inició el conflicto, los docentes cortaron la ruta nacional 3, a la salida de Río Gallegos. La medida complicó el tránsito de camiones petroleros de la cuenca austral y el paso hacia Chile. Fue levantada después de cinco horas y por un expreso pedido de la justicia federal.

Por Mariana Verón
De la Redacción de LA NACION
Con
la colaboración de Mariela Arias, desde Río Gallegos

No hay comentarios.: