viernes, 27 de abril de 2007

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Tensión sindical: la Casa Rosada procurará destrabar el conflicto santacruceño

Kirchner ahora negocia con los docentes

Aunque se negaba a intervenir hasta que levantaran el paro, dispuso que Tomada y Filmus recibieran el lunes a los gremialistas

Después de 23 días de aulas vacías, el presidente Néstor Kirchner dio un vuelco a su estrategia en el conflicto docente en Santa Cruz. Decidió convocar al diálogo entre el gobierno provincial y los maestros, a pesar de que desde que estalló al crisis tanto él como gran parte de su gabinete habían aclarado que no intervendrían hasta tanto no se levantara el paro.

El Presidente ordenó ayer al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que llamara a una reunión para el próximo lunes, a las 11. Allí estarán las partes, pero también el ministro de Educación y candidato a la jefatura de gobierno porteño, Daniel Filmus, que hace unos días había dicho que el conflicto era local.


Según informaron ambos ministerios de manera oficial, la convocatoria al diálogo fue una respuesta al pedido de intervención realizado por el líder del gremio docente provincial, Pedro Muñoz. Pero la reacción llegó 10 días más tarde.


LA NACION
pudo saber que el lunes 16´del actual, en una carta dirigida a Tomada, Muñoz decía: "Estamos a la espera de la convocatoria del Gobierno para establecer la discusión salarial". Una réplica de esa misiva también le llegó a Filmus.


La convocatoria al diálogo surgió en medio de una fuerte crisis política en la provincia de Kirchner. El Presidente convocó en los últimos días a Daniel Peralta, interventor en Yacimientos Carboníferos Fiscales de Río Turbio y de gran trayectoria en conflictos laborales. De hecho, fue subsecretario de Trabajo en Santa Cruz. El ex funcionario dijo a LA NACION que trajo a la Casa Rosada la propuesta de convocatoria en el nivel nacional porque entiende que el gobierno provincial está inhabilitado para negociar por ser "arte y parte" en el conflicto.


La visión en el Gobierno es que fueron los propios docentes quienes presionaron para abrir el diálogo. "Los trabajadores han forzado al gremio a que negocie", dijo a LA NACION un alto funcionario con despacho en la Casa Rosada. Según esta teoría, nadie quiere el conflicto. Y Kirchner entrevé "cansancio" entre los huelguistas, agregó la fuente.


Los docentes santacruceños reclaman un aumento del salario básico, que es de 161 pesos mensuales. Si bien son los maestros que tienen los sueldos más altos del país, la parálisis en el básico los deja en desventaja: sobre ese bajo monto se calculan la jubilación y los aportes a la salud.


Filmus fue quien ayer reveló la noticia de la convocatoria al diálogo. El ministro quedó como blanco de las críticas de gran parte de la dirigencia política por los conflictos salariales de los docentes. Y lo anunció justamente unos días después de haber aclarado que él nada podía hacer.


"El gobierno nacional está convocando para el día lunes, a través del Ministerio de Trabajo, a una reunión de partes para abrir una instancia de diálogo", dijo a Radio América. El ministro consideró "importante e imprescindible" que no se perdieran más días de clases. Agregó que la convocatoria servirá "para abrir una instancia de diálogo, cuando realmente este diálogo, hasta el momento, parece estar con dificultades".


Notificación

Ayer mismo llegó a Río Gallegos la cédula de notificación a las partes. Si bien el Ministerio de Trabajo aún no recibió la respuesta, el gremio anunció públicamente que asistirá. Estará representado por el secretario general, Pedro Muñoz; el secretario adjunto, Eduardo James, y la vocal primera, Mónica Galván.

Por parte del gobierno de Santa Cruz asistirá la presidenta del Consejo Provincial de Educación, Silvia Esteban. Desde la cartera laboral no quisieron adelantar la propuesta que acercará el gobierno nacional. Sólo intervendrán para "escuchar a las partes", indicó una fuente. A partir de allí, establecerán el mecanismo de trabajo, explicaron allegados a Tomada.


Ayer, la mayoría kirchnerista de la Legislatura de Santa Cruz rechazó debatir el proyecto de ley presentado por siete diputados justicialistas para que se iniciaran negociaciones paritarias con el argumento de que el reclamo será analizado el lunes en el Ministerio de Trabajo.


A pesar de la intervención del Gobierno, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, insistió ayer en que el conflicto tiene una motivación "política" y volvió a acusar al intendente de Río Gallegos, Héctor Roquel, de motorizar y financiar la protesta. "Hay que sentarse a una mesa y no generar un paro irracional", opinó Fernández. Descartó nuevamente la posibilidad de reemplazar al gobernador, Carlos Sancho, que quedó seriamente afectado por la crisis.


Por Mariana Verón
De la Redacción de LA NACION

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