domingo, 15 de abril de 2007

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MIENTEN, MIENTEN, Y SE LO CREEN

Nuestro columnista invitado aborda un tema llamativamente atractivo como es el discurso oficial. Una recurrente forma de instalar en antidiscurso y la falacia para explicar los hechos y denostar a las personas. El colega hace acá un interesante análisis de la contradicción oficial.

¿Qué mal aqueja a nuestros gobernantes que los hace estar convencidos de lo que no es? Por ejemplo:

¿Qué 10 cuadras de manifestantes son 400 manifestantes?. Como dijo el Ministro de Economía Jhon Bontempo.

Que en Santa Cruz hay 700 escuelas y solo 100 gendarmes como dijo el Ministro Aníbal Fernández, Cuando la proporción es exactamente al revés.

Qué en la provincia del presidente los docentes “deciden” jubilarse (Y encima lo publican en Clarín)

Qué los 600 pesos que un empleado público cobra sin aportes de ley “son en blanco”.

Que cuando “devuelven” lo que “evaden” a la caja de jubilaciones provincial están “subsidiando” a la Caja.

Que lo que se paga en salarios públicos es el “máximo esfuerzo” mientras una faraónica autovía, innecesaria, sobrevaluada y peligrosa sobrevuela sus cabezas.

Que a los docentes hay que descontarles el día no trabajado y no a los funcionarios que nadie sabe cuanto trabajan, porque la mayoría de las veces se los ve por televisión haciendo proselitismo o declarando en contra de los docentes. Lo mismo que a los diputados que sesionan solo 2 veces por mes 8 meses al año.

Que más del 30% del sueldo de un maestro es un plus por “presentismo” y no una cláusula antihuelga.

Que “los papeles no importan” como dijo el gobernador Sancho ¿Quién fue su maestro?

¿Quiénes maleducaron de este modo a nuestros gobernantes?

¿A qué escuela fueron?

¿En qué libros leyeron que la autoridad es el autoritarismo; la disciplina, el régimen; el respeto, el miedo; el ahorro, “hacer caja”; el diálogo la rendición; el discurso, la arenga; los atentados, “autoatentados”?

¿Adónde aprendieron tan mal la lección?

¿En qué texto de Sociales se enseña que la distribución es el clientelismo; la obra publica el cemento; que un manifestante es un extorsionador; que un maestro de paro un opositor, y un opositor un enemigo; y que reprimir es persuadir, y un traidor es un transversal?.

¿Quién les imprimió a fuego alguna vez en sus cabezas que gobernar es someter?.

¿Qué mal aqueja entonces a nuestros funcionarios? ¿Qué psicopatía les trastorna la realidad?

¿O es el retrógrado germen de la ignorancia el que habla por ellos?

De otra forma habrá que inferir que simplemente son unos soberanos y perfectos MENTIROSOS que empiezan a descubrirse. (Héctor Barabino/OPI Santa Cruz)

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