046
Santa Cruz - Buenos Aires
El aumento a los docentes bonaerenses fue superior al de Santa Cruz. Un 15 % al básico, más incentivos, con un piso razonable de $ 1040.
Parecido al incremento otorgado a los demás estatales también bonaerenses. Un 20% al básico, mas adicionales alcanzando un promedio de 1300 pesos para un equivalente a categoría 17 de Santa Cruz.
Mas allá de que estos aumentos sean subsidiados por el Gobierno Nacional, con mas de 500 millones de pesos sin los cuales el nominado gobernador Felipe Solá ya no estaría en su sillón; caben algunas consideraciones que ayuden a comprender lo que están pidiendo los estatales en la provincia del Presidente, y lo inexplicable de la desproporcionada reacción del gobierno provincial que está empeñado en una cruzada de vida o muerte contra los reclamantes:
a) El anuncio en Buenos Aires se hizo en forma conjunta: estaban el gobernador Felipe Sola, la ministro Adriana Puiggros , y la dirigencia gremial de los educadores.
Del mismo modo ocurrió con la mejora para el resto de los estatales.
b) El 15% para los docentes de Santa Cruz fue anunciado en soledad y a escondidas por la ministro Silvia Esteban, en tanto que los demás trabajadores públicos se enteraron de lo mismo, 15 días después, por boca del gobierno y sus socios y subsidiados gremialistas.
c) En Buenos Aires, cuando anuncian un incremento salarial, es al básico y no otra cosa.
d) En Santa Cruz es otra cosa, y por lo tanto no reconocen la zona desfavorable que diferencia a los patagónicos (¿pensaran los gobernantes que todos vivimos en Buenos Aires?).
e) En Santa Cruz el 15% no es el 15 porque está anunciado sobre la masa salarial, “esto es, desde el punto de vista de quien paga y no del asalariado” a quien se supone de acuerdo al anuncio, se le van a descargar los aportes de ley. Aunque lo pueden corregir.
Los números cuentan
En la provincia es factible hoy otorgar un aumento de sueldos porque lo poco que se conoce de las cuentas provinciales así lo demuestran.
De un presupuesto 2007 de 3 mil millones se imputan algo mas de 800 millones mas el reciente aumento que como ya dijimos es del 15% para el que paga.
Con todo, el presupuesto provincial no va a imputar mas que un 28 a 30 % en salarios “uno de los porcentajes mas bajos de los últimos 30 años”.
Recordemos que el ex gobernador Sergio Acevedo hablaba de una erogación salarial superior al 60 % del presupuesto, y de esto no hace mucho.
¿Qué pasó en el medio? ¿alguien está faltando a la verdad?
Recordemos que el gobierno evade, (la mitad del sueldo no practica aportes) y después se convence de estar “subsidiando” vía aportes nacionales, cuando en realidad está “devolviendo”.
“El Ejecutivo nacional aporte 22 millones de pesos por mes para cubrir el déficit de la caja, mas un millón de pesos a partir de este aumento” dijo El gobernador Sancho sin sonrojarse, a quien quiera oírlo. Una verdadera confesión.
Es por lo mismo, y en el odioso trámite de comparar “cuanto mejor estábamos cuando estábamos peor”, hay que decir que nunca el salario publico fue tan insolvente. Con un básico de 70, 100. ó 160 pesos no se tiene la mas mínima garantía salarial.
Y no solo porque el recibo de sueldo de un empleado público de Santa Cruz, es impresentable, sino porque si bien hoy “el gobierno nacional cubre el déficit de
La provincia está parada en la cima de las expectativas de crecimiento, tanto porque la economía mundial la impulsa, como por la bonanza de su suelo que respira petróleo; porque tiene dinero depositado en el exterior; además del privilegio de tener a un santacruceño decidiendo los destinos del país.
El presupuesto provincial de 3 mil millones se duplica con otros tantos millones que llegan desde Nación para obra pública constituyendo un presupuesto extraprovincial cuyos dividendos keynesianos cada vez son mas para las 3 o 4 empresas constructoras locales vinculadas al gobierno, que para los adjudicatarios de viviendas que después se pagan con creces, o usuarios de rutas que se rompen, o de edificios que valen su peso en oro.
Un incremento real de sueldos con el blanqueo de los 600 pesos y la elevación a 1040 del básico para que incida en los pocos adicionales de un salario público, apenas se acercaría a los $ 2.500 para las categorías más bajas.
Es verdad que ni siquiera alcanza el valor de la canasta familiar en Santa Cruz, con alquileres que superan los $1.200 promedio.
Pero al menos comenzaría a normalizarse un diseño salarial que alguna vez tuvo el empleado público; las cajas recibirían sus aportes y dejarían de ser una caja compensadora de subsidios; y sentaría una base seria y real para seguir hablando responsablemente de salarios.
Es decir, de las remuneraciones que paga el Estado por los servicios que presta un trabajador, y no de los sueldos “que paga el gobierno haciendo un esfuerzo superior” como dicen los funcionarios.
No sería mejor para todos entonces, que el gobierno entendiese este par de razones en lugar de andar buscando e inventando enemigos invisibles -(el Fut, Arnold (Antes Puricelli) ; el cura Grassi (o el obispo Romanín), los gremialistas que no aceptan subsidios retornables, los medios opositores (¿?) Fontevecchia, lanata.








No hay comentarios.:
Publicar un comentario