lunes, 28 de mayo de 2007

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LOS DERECHOS DE ALGUNOS HUMANOS

Mal que le pese a algunos que se rasgan las vestiduras con los Derechos Humanos, queda a las claras que el discurso que se emite en ese sentido a partir de organizaciones que se creían incorruptibles en la materia e impulsoras de un decálogo del buen derechohumanista argentino, ha quedado reducido a cenizas y en evidente contradicción con los hechos.

La señora Hebe de Bonafini y Estela Carlotto que son emblemas de la lucha en contra de la violencia sobre el pueblo, la desaparición de personas y fundamentalmente de la represión, no han escrito una sola línea ni se han manifestado una sola vez ante los micrófonos para repudiar la represión que sufrieron los trabajadores municipales en Río Gallegos el pasado 9 de mayo.

A pesar de los heridos graves, de rostros desfigurados y una persona internada en el Mitre en Capital Federal, al borde de perder los dedos de su pie por el criminal disparo a quemarropa de un policía con prontuario, los emblemas de los derechos humanos en Argentina no han abierto la boca.

En cambio, han rescatado la “ colaboración ” del presidente con su “ causa ” y en la última entrevista a un medio nacional Hebe dijo “ estar muy feliz ” por la forma en que son “ atendidas ” por Kirchner y uno necesariamente piensa, si este mirar para otro lado de las señoras emblema de los DDHH, no tendrá que ver con la anunciada felicidad que sienten hoy con motivo de las atenciones presidenciales?.

¿Y en casa como andamos?

Ni qué hablar del Secretario de Derechos Humanos de la provincia que fue “ratificado” en su cargo, cuando en realidad fue repuesto luego de haber renunciado, en una de las actitudes más nobles que le podemos reconocer a Alberto Marucco luego de no haberse interesado ni de Sayago, los huelguistas o los reprimidos, síno por nada más que los derechos del gobierno.

No lo vimos a Marucco todavía darle curso a las quejas y denuncias por los golpes que le diera Andrade, el Secretario de Sancho al fotógrafo Juan Bolaños, que luego recibió otros de parte de efectivos de G.N., a Ernesto Velásquez por el culatazo recibido en la cabeza por parte de un gendarme frente a la casa del presidente, ni lo hemos visto al frente de las denuncias contra la policía y el Crio Wilfredo Roque por haber enviado a reprimir inconcientemente a los trabajadores de la Municipalidad.

Esos son los funcionarios que defienden los derechos humanos en la provincia y en la nación, luego son los mismo que junto al presidente y a un grupo de colaboradores nada baratos para el erario público, que hacen garabatos en los diarios oficialistas, rememoran las atrocidades de la dictadura, difaman a cuanto se les ponga por delante blandiendo la pureza de sus almas y pretenden hacerle creer a la sociedad que ahora estamos mejor.

Y si falta algo para matizar el halo de impunidad que rodea la caricaturización de los derechos humanos en Santa Cruz, baste decir que el Juez Santiago Lozada en una irrefrenable vuelta a la injusticia calificada, desestimó las denuncias en contra de los policías represores, se ha negado virtualmente a investigar e invirtiendo los argumentos dijo que en realidad los hechos fueron “confusos” y en todo caso la denuncia válida es la que constituyó el Jefe de Policía que de victimario pasó a víctima gracias a los buenos oficios de los adalides de los derechos humanos en la provincia del presidente, incluyéndolo al propio Kirchner obviamente.

Sin embargo si para algo sirve todo este sufrimiento de la sociedad, es para que las caretas se caigan de una vez por todas y en ese marco habrá muchos que en el futuro el peso de sus injustas decisiones o de sus actos armados para la tribuna, se constituyan en pesadas cargas que los arrastrarán hacia sus propias profundidades, las de sus mentiras y acciones desviadas, las de sus engaños y promiscuos discursos que el pueblo en su conjunto sabrá analizar y castigar en su debido tiempo. (Agencia OPI Santa Cruz)

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