domingo, 13 de mayo de 2007

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SANTA CRUZ EN LLAMAS

UNA CANDIDATURA EN RIESGO


Los medios nacionales de mayor importancia empiezan a dejar entrever que Julio de Vido podría desembarcar como candidato en Sant Cruz, como adelantó La Política Online días atrás, posibilidad que crece ante la debacle de la candidatura de Alicia Kirchner, gravamente dañada luego del escrache que sufrió ayer. Mariano Obarrio de La Nación, confirma el delicado momento político que vive la hermana presidencial.

Por Mariano Obarrio

Las agresiones sufridas en Río Gallegos por la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, son un muy mal primer paso para cualquier campaña electoral y ponen en serio riesgo la continuidad de su candidatura a gobernadora de Santa Cruz, según confiaron ayer a LA NACION algunas fuentes oficiales muy cercanas a la hermana del Presidente.

De hecho, en los días más recientes, como consecuencia de la crisis docente en su provincia, la ministra le había bajado mucho las expectativas a su propia postulación.

"Alicia está muy preocupada por esa situación. No quiere ni hablar ni oír hablar del tema", dijeron en los últimos días a LA NACION algunos funcionarios de la cartera de Desarrollo Social.

Y aún no habían ocurrido siquiera los insultos que recibió Carlos Zannini, secretario legal y técnico de la Presidencia y álter ego de Kirchner.

Con el episodio de ayer, ese nerviosismo aumenta y la candidatura tambalea, pese a los deseos y las ofertas de su hermano, el presidente Néstor Kirchner. No se decidirá en caliente. Un candidato sustituto podría ser Julio De Vido; otro, el mismo Daniel Peralta, si su gestión prospera.

La ministra ya dudaba de antes. Ahora, crece su incertidumbre. Se la veía ayer muy nerviosa por los incidentes. En las semanas previas, le había advertido enfáticamente al Presidente. "Si no me solucionan esa crisis en la provincia, yo no asumo la candidatura", señaló, según confiaron a LA NACION fuentes oficiales.

Precisamente, la ministra aceptó ir el viernes a Santa Cruz con el objetivo real de "medir la temperatura" ambiente para su eventual lanzamiento electoral. La excusa perfecta era su asistencia a la asunción de Daniel Peralta como nuevo gobernador, la que ocurrió anteayer.

Y a juzgar por los incidentes de ayer no existe el mejor clima en Río Gallegos. "Esto podría determinar que ella decidiera en forma definitiva no presentarse ", señaló una fuente del Ministerio de Políticas Sociales.

Alicia Kirchner había viajado a Río Gallegos el jueves último, a la noche, a escondidas. No quería que se difundiera a la prensa. Tampoco quería, en verdad, viajar. De hecho, no iba a Santa Cruz desde hacía 45 días, debido al denso clima político.

De incógnito

En su ministerio, hubo anteayer una orden tajante a los voceros oficiales: no informar dónde estaba la ministra durante todo el día. Si bien LA NACION anticipó ese día que viajaría a Santa Cruz para la asunción de Peralta esa información no estaba autorizada para ser difundida y sólo trascendió por medio de las fuentes extraoficiales, no de sus voceros habituales.

Arribó a Río Gallegos en un avión oficial, pedido para ella por el Presidente. Pero no se mostró en público hasta el momento del acto de la asunción de Peralta. "Quieren que no digamos dónde está, pero está allá", dijo anteayer a LA NACION una fuente, horas antes del acto.

¿Qué se buscaba con el silencio? Evitar posibles escraches o agresiones, como las que le habían ocurrido a Zannini, al llegar a Río Gallegos. Había mucho temor en el entorno de la ministra. "Viajó en «supersecreto» para evaluar la situación y decidir su postulación. Después de ayer, dudo de que ella lance su campaña", señalaron a LA NACION en la cartera social.

Entre el miércoles y el jueves últimos, Alicia Kirchner encabezó un encuentro de ministros de desarrollo social de América latina, que se realizó en Chapadmalal. Esos dos días, el foro prohibió el ingreso en todos los medios de prensa.

La inauguración del martes, a la que concurrió el vicepresidente Daniel Scioli, había sido pública y muy promocionada por el Gobierno. ¿Qué pasó luego? "La ministra no quería que los periodistas le preguntaran sobre Santa Cruz", dijo un funcionario cercano a Alicia Kirchner.


LaNacion.com

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