domingo, 29 de abril de 2007

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Se complica el conflicto en el Sur

Los docentes de Santa Cruz comienzan un paro de 96 horas

Es un desafío a Kirchner, que los había convocado para mañana a una negociación

RIO GALLEGOS.- Los docentes de Santa Cruz seguirán de paro durante toda la semana y esperan con escepticismo la audiencia que mañana los encontrará frente a frente con autoridades del gobierno provincial en el Ministerio de Trabajo de la Nación.

Ayer
, los congresales de la Asociación de Docentes de Santa Cruz (Adosac), que representan a todas las localidades de Santa Cruz, acordaron seguir con las medidas de fuerza y no dar una señal para mañana, como había pedido el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. La decisión se adoptó en protesta por los suculentos descuentos que se registraron en los sueldos de los maestros por segundo mes consecutivo.


"No sabemos cuáles serán los resultados de la audiencia; llevamos la propuesta que ya le presentamos al gobierno provincial y esperamos tener algún tipo de respuesta", aseguró anoche a LA NACION Mónica Galván, integrante de la conducción de Adosac.


La medida de fuerza se extenderá a lo largo de toda la semana y el congreso gremial docente estará en sesión permanente con la mirada puesta en Buenos Aires. Mañana, en toda la provincia, los maestros realizarán una "vigilia" en espera de respuestas.


Los maestros y profesores que integran este gremio viven estas horas previas a la reunión con esperanza y escepticismo casi por igual. "No queremos hacernos demasiadas esperanzas... por las dudas de que no salga bien", dijo a LA NACION Patricia Vega, profesora de Letras, que, junto a otras docentes, vende chocolate caliente, tortas, panchos y gaseosas en el stand del Polimodal 25 del "mercado de pulgas" armado en la llamada Carpa Blanca.


Paso obligado

Desde que se instaló la Carpa Blanca ante la gobernación santacruceña, la ciudad cambió. El lugar se transformó en paso obligado, punto de encuentro y espacio de diálogo.

"Cuando nos cerraron las escuelas para hacer actividades para juntar fondos, nos arreglamos como pudimos, lo importante es seguir", cuenta una maestra en el stand de la EGB Nº 38, mientras trata de vender flores de porcelana, artesanías y aceitunas: todo sirve para sumar al fondo de huelga.

La carpa docente ahora podría llamarse "La cuadra docente"; algunos bromean con nombrarlo "Paseo Alcorta" por el nombre de la calle.

"Nunca antes hubo algo así en Gallegos", afirma Roberto, un ingeniero en petróleo que trabaja en empresas privadas y pasa a diario por la zona.

Las bajas temperaturas y el viento que azotan casi todo el año las ciudades patagónicas no se prestan para las actividades al aire libre. Esta protesta parece haberlo conseguido. Pasado mañana, cuando se recuerde el Día del Trabajo, organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos realizarán allí un acto con la consigna "Unidad y lucha". Entre los reclamos figuran "salarios en blanco, fin a la militarización de Santa Cruz y libertad de los presos políticos", entre otras.


A dos días de instalada la carpa, una muralla metálica de 60 metros de largo y 2,50 de alto rodeó la Casa de Gobierno. La reja hoy casi no se ve: sobre ella se destacan los letreros ingeniosos, los mensajes de apoyo a los docentes y las banderas de las escuelas.


Dos equipos de audio retransmiten la programación de las radios locales, en especial aquellas que hablan del conflicto. Algunas tardes tocan bandas musicales y se brindan clases públicas.


La protesta docente fue un disparador de otros reclamos. En la cuadra de la protesta se suman también la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y empleados municipales.

De película

Por otra parte, como escapado de la película "Un día de furia", José Walter Mansilla, un empleado de una empresa de seguridad, robó ayer un camión de transporte y, tras chocar diez autos, volcó en la esquina de la casa del presidente Néstor Kirchner.

En la loca carrera a toda velocidad, dobló en contramano y traspasó los controles de seguridad que la Gendarmería Nacional tiene apostados en todas las esquinas que rodean la casa.


Al bajar del camión fue trasladado al Hospital Regional. Según dijeron anoche fuentes oficiales a LA NACION, el conductor habría dicho que "quería hacer un bien a la sociedad y matar a este nazi", en referencia al Presidente.


Según la misma fuente que tiene acceso a la causa, en un allanamiento posterior a la casa de Mansilla se encontraron escritos "en contra de Kirchner", aseguró la misma fuente.


Por Mariela Arias
Para LA NACION

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