miércoles, 18 de abril de 2007

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MUCHA FUERZAS Y POCA INTELIGENCIA

A pesar del despliegue sensacional de efectivos de la policía y Gendarmería en Río Gallegos, la instalación de un “Comité de Crisis” ideado y liderado por Larcher y Wilfredo Roque, ayer nadie supo qué iban hacer los docentes. 500 personas recorrieron las calles con bombos y platillos. El desvelo de Aníbal Fernández, Sancho y Mihanovich (las escuelas) no fueron tenidas en cuenta. Fueron burlados por gente pacífica que hicieron quedar al gobierno en un soberano ridículo.

Indudablemente no existe relación entre la Fuerza y la Inteligencia, tanto en lo que literalmente significa cada término como en la interpretación nominal que se hace de los mismos. Pero mucho menos se relacionan ambos términos en la provincia de Santa Cruz, dado que en la tarde de ayer el gobierno, la policía, la Gendarmería y la SIDE desconocieron en todo momento cuáles iban a ser los movimientos de los docentes que con total tranquilidad y en paz (y muy lentamente casi como el cuento de la carrera entre la tortuga y el conejo) los engañaron de una forma poco menos que infantil.

No cabe duda que el aparato de Inteligencia del gobierno nacional que de hecho está actuando en la provincia (¿Está actuando?), no ha respondido a los mínimos requerimientos de su trabajo básico que es el análisis y la proyección de los conflictos.

De haber cumplido su tarea y siguiendo simplemente la evolución del conflicto (aunque sea por los diarios) debería haber sospechado que las etapas sucesivas en las que va escalando, le iban a plantear la espontaneidad y la sorpresa como nueva forma de lucha, dado que el amesetamiento alentado desde el gobierno con la negativa al diálogo, obliga a los reclamantes a buscar alternativas de mayor impacto que tiendan a quebrar la previsbilidad de las acciones defensivas de las Fuerzas que el Ejecutivo dispersa como hongos por Río Gallegos sin sentido práctico, como se vio anoche.

Sin embargo nada de esto ocurrió. No hubo Inteligencia previa. Aparentemente el concepto de Inteligencia para las autoridades es andar detrás de los árboles o sentándose en mesas de la confitería Mónaco sacando horribles fotos con celulares.

Nadie en el gobierno supo que los manifestantes iban a desembarcar en una escuela y por el contrario haciendo gala de una notable estupidez y falta de conocimiento básico del manejo de las crisis, cayeron presa de su propia rutina y amurallaron casa de gobierno y la casa del Vicegobernador Carlos Sancho con un cordón de más de 80 policías que permanecieron allí mirándose la punta de los borceguíes, mientras a siete cuadras 500 maestros deliberan dentro del Gimnasio de la Escuela Nº 15.

Una muestra más de que Fuerza e Inteligencia son tan antepuestas como gobierno de Santa Cruz e inteligencia (esta vez "inteligencia" desde el aspecto cognoscitivo).

Si un gobierno como éste, acodado al poder nacional que lo dirige y comanda, con plata, personal y medios, no es capaz de controlar (aunque más no sea visualmente) el desplazamiento de una manifestación de maestros y corre despavorido a vigilar las joyas de la abuela, dejando de lado los lugares que dicen ser producto de sus desvelos (ergo: escuelas, según Mihanovich, Anibal Fernández, Bontempo y Kirchner) no hay dudas que esta misma gente, puesta a gestionar una crisis de verdad, podrían transformarse en los principales culpables de sucesos que luego hay que lamentar como los de Sayago, Fuentealba o Kosteky y Santillán.

¿Dónde está el vuelto por los 300 millones de presupuesto que tiene Icazuriaga en la Secretaría que maneja?. ¿Es así como el gobierno nacional piensa estar informado en caso de una agresión real y verdadera a la institución democrática? ¿Cómo piensa protegernos a los argentinos, un Estado que no puede saber lo que pasa dos calles más allá de donde están parados?.

La ignorancia en materia de gobierno es el mayor pecado que puede cometer un administrador porque lo anula en la adopción de las estrategias adecuadas. Ayer el cogobierno (provincia-nación) desconoció que un grupo de maestros se dirigía a una escuela para mantener una “asamblea extendida” y hoy en un periplo de escarches a funcionarios.

Hoy han quedado totalmente destruidos los argumentos que sostuvieron los políticos aduladores de las decisiones presidenciales hasta este momento. La acción antidemocrática que llevó adelante el presidente colocando delante de las escuelas personal de Gendarmería que les pide las llaves a las Directoras a las 20:00hs todos los días, es claramente algo que no sirve para nada y sólo tiene fines intimidatorios.

Es la “cubanización” de Santa Cruz, la instalación de un régimen de disuasión que en el fondo está vacío de contenido y de políticas serias a futuro. No tiene otro objetivo que amedrentar y está visto que hasta ese propósito no pudieron concretar.

La justificación que en forma lamentable hemos escuchado estos días de boca de un Concejal del PJ en Río Gallegos y del Ministro nacional Aníbal Fernández sosteniendo que “ un grupo de docentes había pedido la seguridad ante posible toma de establecimientos ” es una falacia, falto de imaginación y con un grado de inmadurez tal que produce rechazo tanto de la idea como de quien la sostiene por el solo hecho de constituirse, en si misma, en una tomada de pelo.

En el hipotético caso que fuera como dijo el Concejal y el Ministro, la pregunta que debieran contestarse es: Y fuera de los laborales y antes de las 20:00hs de lunes a viernes ¿No existe el mismo “peligro” para las escuelas, o sólo se resume a los días feriados?. Si el peligro es la toma de establecimientos en masa, ¿Es democrático, legal y hasta ético quitarle la llave de acceso a un directivo quien es el responsable absoluto del edificio y todo su contenido?

Nada de eso es así, evidentemente los subterfugios del gobierno para justificar la desmedida actividad militar en Santa Cruz no se puede sustentar con argumentos tan débiles y acciones tan poco serias. Y como si fuera poco, no pueden advertir a dónde va una ruidosa columna de personas caminando en medio de la calle.

Sería mucho más noble de parte de las autoridades que reconozcan su propia limitación para manejar un conflicto de baja intensidad y digan abiertamente que deben recurrir a la fuerza y la intimidación (cuando no al sabotaje y la amenaza) para sostener la posición irreductible que sustentan, a pesar claro, que en ese marco ni siquiera puedan adivinar cómo y para dónde va a salirles el tiro del final. (Agencia OPI Santa Cruz)

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